domingo, 26 de julio de 2009

Un megapuerto en la isla San Lorenzo

De concretarse la venta de la isla San Lorenzo, que muchos consideran un acto de traición a la patria, el Perú perdería la oportunidad de ocupar un lugar de liderazgo tanto en el mar como en el aire, por dejar de lado los proyectos de construcción de un megapuerto en ese territorio estratégico, que duermen en un cajón de algún escritorio de Palacio de Gobierno.

Dos proyectos de megapuerto en la isla y que tienen grandes similitudes, pertenecen al especialista en asuntos de puertos Alfredo Castillo, quien asegura tener inversionistas chinos y europeos y de los marinos en retiro Lizandro Paredes y Marcos Bravo y que también cuentan con ofrecimientos para hacerlo realidad.

Los proyectos se encuentran desde hace 10 años tanto en Palacio de Gobierno como en el Congreso y en diversos ministerios, pero por esas cosas extrañas y sospechosas de los administradores del Estado, han sido dejados de lado, lo que ha permitido que grupos chilenos tengan las manos libres para hacerse de la isla.

Según el capitán de navío (r) Lisandro Paredes su proyecto de megapuerto en la isla San Lorenzo ha sido considerado de gran importancia, por lo que ha recibido felicitaciones de instituciones internacionales. Asegura que generaría un millón y medio de puestos de trabajo, reduciría los costos portuarios y navieros en más de 25 por ciento, lo que significa cuatro mil millones de dólares anuales y recuperaría el medio ambiente del primer puerto.

El capitán expresa que ninguna súper nave moderna puede atracar o amarrar actualmente en ningún puerto nacional por la poca profundidad de sus radas y bahías, incluyendo el Terminal Marítimo del Callao por lo que este se ha convertido en subsidiario de puertos chilenos al derivarse parte de nuestra carga de exportación-importación por ese lado, generando además altos sobrecostos.

“El proyecto contempla un megaterminal multimodal, es decir terminal marítimo para grandes barcos que ahora no pueden llegar al Callao, aeropuerto para los aviones grandes que no pueden aterrizar en nuestro aeropuerto y un terminal terrestre para unir el Callao con Pucallpa por medio de túneles y grandes vías”, acota el capitán de navío Marcos Bravo

La isla San Lorenzo, que tiene 8 kilómetros y medio de largo por 2 y medio de ancho sería agrandada por medio de un sistema especial de ingeniería, lo que dejaría la parte actual para el funcionamiento de una nueva base naval, de un museo y una gran zona de recuperación ecológica.

diariolaprimeraperu.com, 26 de Julio del 2009

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