A 15 días del asesinato de Alicia Delgado, aún hay más preguntas que respuestas

Otros personajes se han envuelto en el tema en los últimos días. Conozca cómo van las investigaciones en este caso

Por Luigi Faura

Dos semanas después del asesinato de la cantante folclórica Alicia Delgado, aún quedan muchas interrogantes sin resolver. El país ha seguido con sumo interés el desarrollo de este caso que, pese a las investigaciones, mantiene algunos cabos sueltos que impiden llegar a la verdad.

La historia alrededor de la artista vernacular se ha convertido en un popurrí de desamor, sexo, alcohol y traición. “Mi recuerdo te hará sufrir”, cantaba Alicia en sus conciertos al ritmo del arpa. Tenía razón.

Este es el repaso de los cinco personajes claves de esta triste melodía.

Alicia Delgado. Las investigaciones de la Policía en torno al asesinato de Alicia Delgado han revelado que su fama de mujer tranquila, incluso sometida y maltratada, sería parte de la estrategia que había montado con Abencia Meza para hacerse mutua publicidad. Ambas compartían la lucrativa productora de eventos Triple A (Abencia Amor Alicia). Familiares y amigos de Meza han descrito a Alicia como una mujer calculadora, que maltrataba e insultaba a la “Reina de las Parranditas”, aunque reconocen que Meza era del mismo proceder. “Merecía morir cómo murió”, ha dicho incluso Victoria Meza, hermana de Abencia.

Dejó un video grabado por su asesino y su supuesto amante el arpista Miguel Salas, culpando a Meza por “cualquier cosa” que le pudiera pasar. En el video Alicia abunda en las infidelidades y amenazas que recibía de parte de Abencia.

Se grabó cinco días días antes de su muerte. El video, para la Policía y la Fiscalía, es uno de los elementos más sólidos para iniciar un proceso penal contra Abencia y mandarla a prisión.

Quince días luego de su muerte, es penoso afirmar que Alicia Delgado aún no descansa en paz.

Abencia Meza. Su presencia en la Dirincri pocas horas después de conocido el crimen de Alicia Delgado, sin que fuese citada a declarar, despertó las sospechas de muchos, incluida la Policía. Sus declaraciones en diversos programas de televisión los días siguientes atizaron las dudas: Abencia lloraba en vivo, pero sonreía en la pausa comercial. Juró adorar a Alicia, pero reconoció haber sostenido un romance con su hermana Clarisa y un affaire con una productora argentina. En medio del espiral en que empezaba a convertirse la muerte de Delgado, Abencia quiso tramitar una visa de trabajo a Italia.

El asesino confeso de Alicia Delgado, Pedro César Mamanchura, ha dicho que Abencia le pagó para matarla, pues tenía celos de su relación con el arpista Miguel Salas. La Policía y la Fiscalía le creen. Ahora Abencia Meza ha sido acusada penalmente de ser la autora intelectual del crimen de Alicia Delgado, su ex pareja y socia.

¿El asesino la llamó por teléfono una vez cometido el acto, tal como ha afirmado en más de una oportunidad? El reporte telefónico puede ser decisivo para la suerte de la Abencia. En las próximas horas será trasladada al penal de mujeres de Chorrillos.

Pedro César Mamanchura. Ex sargento segundo del Ejército Peruano, era chofer y guardaespaldas de la víctima. Pero antes fue empleado de Abencia Meza e incluso vivió varios meses en su casa de Los Olivos. “Era humilde, tranquilo y hacendoso”, ha contado Josmell Lugo, hijo de Abencia: “Mi abuela y yo le dábamos mucho cariño”. Sin embargo, lo botaron poco después por robar dinero. Las pericias de criminalística dicen que es un psicópata, frío y calculador.

Tras su captura en Tumbes, por donde quería fugar del país, Mamanchura Antúnez confesó el crimen y reveló detalles que lo describen de cuerpo entero. Tras recibir 2 mil soles como pago por el crimen (tras entregar la camioneta de Alicia y la caja fuerte a un conocido de Abencia), se fue al estadio ver el partido Universitario vs. San Martín (1-0). Después se fue de shopping, a comprar zapatillas y pantalones.

El ex soldado ganaba no más de seiscientos soles por sus servicios de chofer y guardaespaldas, y sus familiares son de reconocida condición humilde. Sin embargo, al asesino confeso de la ‘Princesa del Folclore’ lo defiende un pool de cuatro abogados. ¿Quién o quiénes están financiando la defensa legal del asesino? Sus propios defensores se niegan sospechosamente a reconocerlo. Por lo bajo, la Policía sospecha que Abencia está detrás de los honorarios de los abogados, aunque no descartan que la hermana de la víctima, Clarissa, tenga algo que ver con esto.

Pese a que sus abogados lo han obligado a guardar silencio, Mamanchura ha sido acusado penalmente por la 50 Fiscalía Penal bajo los cargos de homicidio calificado y hurto agravado (habría robado una caja fuerte con joyas y documentos). Será trasladado en las próximas horas al penal de Lurigancho.

Miguel Salas, el arpista. Habla con la voz suave y mira como niño tímido. Pero miente o, al menos, no cuenta toda la verdad. Aunque lo negó en un primer momento, el arpista Miguel Salas declaró ante la Policía haber mantenido relaciones sexuales con Alicia Delgado la noche antes de su asesinato, pero aclaró que fue por primera y única vez. “Me dejé llevar”, aseguró sonrojado ante las cámaras de América Noticias.

Lo que aún no ha aclarado Salas es por qué, durante esa manifestación ante la Policía, no le contó a los agentes de Homicidios que él y Pedro Mamanchura habían grabado el video en que Alicia responsabiliza a Abencia de cualquier atentado contra su vida. Menudo detalle: el arpista calló la existencia de una prueba vital para el proceso.

Ahora aguarda quedar limpio de toda sospecha y recibir una llamada que lo convoque para integrar una nueva agrupación vernacular.

Clarisa Delgado. Hermana, empleada y protegida de Alicia Delgado. Incluso compartieron pareja. Clarisa Delgado Hilario mantuvo una relación de un año con Abencia Meza mientras esta mantenía una relación con su hermana Alicia, según propia confesión de la ‘Reina de las Parranditas’. Es más, Alicia culpa a Abencia de esa infidelidad en el video grabado por Salas y Mamanchura.

Lo increíble es que Clarisa llegó un día después del crimen a la casa de su hermana pero, asegura, no notó nada sospechoso. “La puerta de su cuarto estaba cerrada, toqué y nadie contestó. Entonces me fui. No quería incomodar”, ha declarado.

En un primer momento culpó a Abencia Meza del crimen e incluso le prohibió asistir a sus funerales. Luego bajó el tono y dijo que no podía interferir con las investigaciones de la Policía. Junto al hijo de Alicia, es una de las herederas de su fortuna.

elcomercio.com.pe, 8 de Julio del 2009