Por qué era tan importante la iglesia de San Sebastián de Cusco, la joya de la arquitectura barroca que quedó reducida a cenizas en Perú
"Hay un daño irreparable al patrimonio no sólo material sino también al inmaterial".
Así lamentó Víctor Vidal Pino, quien encabeza la Dirección de Cultura de Cusco, Perú, que la iglesia barroca de San Sebastián haya sucumbido ante las llamas la madrugada de este sábado.
Y aclaró que con el perjuicio inmaterial se refería al "sentimiento del pueblo frente a la pérdida del alma mater de la religiosidad en este populoso distrito".
Pero los vecinos no se quedaron quietos, lamentando su desgracia y observando cómo un incendio consumía no sólo la joya del municipio, sino uno de los grandes exponentes de la arquitectura barroca de América Latina.
No sólo alertaron a los bomberos del fuego que había empezado hacia la 1:30 de la madrugada, según las primeras hipótesis a causa de un cortocircuito.
Decenas de ellos corrieron a rescatar de las llamas las obras que albergaba el templo, antes de que el 80% del presbisterio y el 60% de la nave central quedaran convertidos en ceniza, como informaría después Jorge Nieto, el ministro de Cultura.
"Saquen, saquen, que nosotros ayudamos aquí", le gritaba una mujer a los vecinos que acarreaban la figura de un santo.
"Al municipio, al municipio", le indicó un hombre a otros dos que cargan con el peso de uno de los cuadros que en su día pintó Diego Quispe Tito, a quien los expertos consideran el mejor pintor indígena de la escuela cusqueña.
"Estamos adoloridos, apenados. El santísimo del altar principal al que nosotros predicamos ha sido quemado y también todo lo que es el retablo, donde estaban algunos cuadros", se lamentaba el párroco Genaro Huaman.
"(La iglesia) está en escombros. No existe nada. Todo el patrimonio cultural del distrito de San Sebastián se ha consumido", lloraba mientras el alcalde Andmar Sicus Cahuana.
"Labor insuficiente"
Las lágrimas del alcalde reflejan la dimensión de la pérdida.
Y es que el templo, una joya en sí misma y guardiana de numerosas obras de arte, ha quedado inhabitable, según informó el jefe de bomberos Jesús Valdivia.
Los bomberos lucharon contra el fuego durante cinco horas y los vecinos ayudaron con baldes que llenaron en el río Cachimayo, y lograron sofocarlo a las 09:00am.
"Cuando llegamos— 20 minutos después de la llamada de los vecinos— casi todo el altar mayor estaba en llamas y también los techo", dijo el jefe de bomberos Jesús Valdivia, a la agencia de noticias EFE.
"Nuestra labor, aunque denodada, ha sido insuficiente, porque no hemos tenido agua, lo que habría posibilitado extinguir el incendio mucho antes".
Ubicado en el barrio inca Chachi pampa, hoy San Sebastián, el templo empezó a construirse aproximadamente en 1560 y se terminó en 1799.
Era una de las expresiones más importantes del arte barroco, con sus columnas corintias profusamente decoradas, una riqueza ornamental también expresada con hornacinas, escudetes y conchas.
El edificio fue hecho de adobe, aunque los pilares que lo sostenían y que se salvaron del fuego son de piedra.
Su fachada era similar a la de la catedral de Cusco, otra de las grandes obras del barroco andino.
Patrimonio Cultural
En 1972 el Instituto Nacional de Cultura lo declaró Patrimonio Cultural de la Nación como monumento histórico artístico.
Y en su interior albergaba obras de no menor valor, de las cuales se quemaron dos: la escultura de San Sebastián, enviada desde España en el siglo XVI, y el altar mayor, un retablo barroco cusqueño.
"Es una tragedia", exclamó al enterarse la historiadora Mariana Mould de Pease.
También se quemaron seis dípticos de la feria de San Juan Bautista y dos lienzos con la escena del martirio de San Sebastián, pintadas por Quispe Tito, el mayor exponente de la escuela cusqueña.
"Estas obras de arte se perdieron de forma definitiva", reconoció Víctor Vidal Pino, jefe de la Dirección Desconcentrada de Cultura de Cusco.
Quispe Tito, cusqueño de nacimiento y de origen indígena, introdujo en la pintura cusqueña los elementos flamencos de paisaje y ciudades, fuentes y jardines, aves y flores, las telas finas y los brocados en los ropajes.
Sus lienzos salieron de Cusco y llegaron a La Paz y a Potosí, y dejó una larga lista de discípulos y una obra, según los expertos, no superada en ese estilo.
No es la primera vez que la iglesia resulta afectada.
El terremoto de 1950 en Cusco causó graves daños a su infraestructura, por lo que fue sometida a varios trabajos de reconstrucción.
Los últimos se realizaron entre 2008 y 2013, y el Ministerio de Cultura invirtió en ello US$1,62 millones.
Una vez concluidos los trabajos, la iglesia fue entregada al Arzobispado de Cusco.
Pero ahora, frente a la nueva desgracia, el Ministerio asumirá de nuevo su custodia, informó el ministro Jorge Nieto.
Nieto informó que se establecerá un fondo de emergencia, lo que permitirá colocar en el templo un techado provisional para evitar que la lluvia, el calor y otros factores continúen deteriorando la estructura.
Y adelantó que se elaborará un proyecto de inversión pública de emergencia para las obras inmediatas y otra a largo plazo.
"Nos estamos coordinando con el jefe del Instituto Nacional de Defensa Civil (Indeci), el almirante Alfredo Lozada, para que disponga que su representante en el Cusco evalúe la situación y con ello se pueda declarar en emergencia la iglesia", informó Nieto.
Y también "para contar con el proyecto de inversión pública que facilite el flujo de recursos económicos para enfrentar este problema".
"Trabajaremos por nuestra casa de oración, por el lugar donde muchos nos hemos bautizado, hemos hecho nuestra confirmación, nuestras familias se han casado", dijo por su parte el párroco.
"Hay que unir esfuerzos, construyamos nuestro templo".
Una de las joyas arquitectónicas de América Latina.
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